X. Del llamamiento eficaz
Capítulo 10
Del llamamiento eficaz
Confesión Bautista de Londres 1689
A aquellos a quienes Dios1 ha predestinado para vida,2 tiene a bien en su tiempo señalado y aceptable,3 llamar eficazmente4 por su Palabra5 y Espíritu,6 sacándolos del estado de pecado y muerte en que están por naturaleza y llevándolos a la gracia y la salvación por Jesucristo;7 iluminando de modo espiritual y salvador sus mentes, a fin de que comprendan las cosas de Dios;8 quitándoles el corazón de piedra y dándoles un corazón de carne,9 renovando sus voluntades y, por su poder omnipotente, induciéndoles a querer hacer lo bueno, y llevándoles eficazmente a Jesucristo;10 pero de modo que acuden a él con total libertad, habiendo recibido por la gracia de Dios la disposición para hacerlo.11
1. Romanos 8:28,29.
2. Romanos 8:29,30; 9:22-24; 1 Corintios 1:26-28; 2 Tesalonicenses 2:13,14; 2 Timoteo 1:9.
3. Juan 3:8; Efesios 1:11.
4. Mateo 22:14; 1 Corintios 1:23,24; Romanos 1:6; 8:28; Judas 1; Salmo 29; Juan 5:25; Romanos 4:17.
5. 2 Tesalonicenses 2:14; 1 Pedro 1:23-25; Santiago 1:17-25; 1 Juan 5:1-5; Romanos 1:16,17; 10:14; Hebreos 4:12.
6. Juan 3:3,5,6,8; 2 Corintios 3:3,6.
7. Romanos 8:2; 1 Corintios 1:9; Efesios 2:1-6; 2 Timoteo 1:9,10.
8. Hechos 26:18; 1 Corintios 2:10,12; Efesios 1:17,18.
9. Ezequiel 36:26.
10. Deuteronomio 30:6; Ezequiel 36:27; Juan 6:44,45; Efesios 1:19; Filipenses 2:13.
11. Salmo 110:3; Juan 6:37; Romanos 6:16-18.
Este llamamiento eficaz proviene exclusivamente de la gracia libre y especial de Dios, no de ninguna cosa prevista en el hombre, ni por ningún poder o instrumentalidad en la criatura,1 siendo en esto enteramente pasivo, al estar muerto en delitos y pecados, hasta que es vivificado y renovado por el Espíritu Santo;2 es capacitado de este modo para responder a este llamamiento y para recibir la gracia que éste ofrece y transmite, y esto por un poder no menor que el que resucitó a Cristo de los muertos.3
1. 2 Timoteo 1:9; Tito 3:4,5; Efesios 2:4,5,8,9; Romanos 9:11.
2. 1 Corintios 2:14; Romanos 8:7; Efesios 2:5.
3. Efesios 1:19,20; Juan 6:37; Ezequiel 36:27; Juan 5:25.
Los niños escogidos que mueren en la infancia son regenerados y salvados por Cristo por medio del Espíritu, quien obra cuándo, dónde y cómo quiere;1 así lo son también todas las personas escogidas que sean incapaces de ser llamadas externamente por el ministerio de la Palabra.
1. Juan 3:8.
Otros, que no son escogidos, aunque sean llamados por el ministerio de la Palabra y tengan algunas de las operaciones comunes del Espíritu,1 como no son eficazmente traídos por el Padre, no quieren ni pueden acudir verdaderamente a Cristo y, por lo tanto, no pueden ser salvos;2 mucho menos pueden ser salvos los que no reciben la religión cristiana, por muy diligentes que sean en conformar sus vidas a la luz de la naturaleza y a la ley de la religión que profesen.3
1. Mateo 22:14; Mateo 13:20,21; Hebreos 6:4-5; Mateo 7:22.
2. Juan 6:44-45,64-66; 8:24.
3. Hechos 4:12; Juan 4:22; 17:3.